Esta frase es el titulo de un texto del que debíamos hacer un pequeño comentario como tarea (que no hice) en el colegio. Después que a mis papás les llego una notificación que tenía 05 en esa nota, me vi forzado a hacer un comentario formal sobre el ya mencionado texto (porque no creo que ha mi profesor le agradaría que lo escribiera como suelo escribir mis opiniones en este blog), y decidí publicarlo aquí para variar un poco (no suelo ser muy serio cuando escribo acá, pero como este comentario es con nota....):
"El hábito no hace al monje" es un antiguo refrán de semejante significado al de "no juzgues un libro por su portada". Ambos resaltan la idea que la apariencia no es más que eso, el aspecto físico de "algo", que no necesariamente guarda relación con su valor o significado real. Fenómenos como el de la moda muchas veces hacen que nos olvidemos de esto. Quizás este no era el proposito de la moda en un inicio, pero definitivamente ha sido una de sus consecuencias a la larga. Esto es probablemente en parte porque no existen muchas formas de influir en las decisiones de vestimenta de miles de personas alrededor del mundo sin alterar, muchas veces de manera subliminal, su subconsciente. No critico en lo absoluto la moda, ya que la preocupación por la estética personal no tiene nada de malo, pero cuando esta preocupación se vuelve excesiva, se convierte en una obsesión que va acompañada con problemas de consumismo e incluso baja autoestima. De esta manera, la única forma de no dejarse esclavizar por el fenómeno comercial que puede ser la moda, es mantener consciencia que ésta solo ayuda a resaltar la apariencia física, mas no mejora o altera de ninguna forma nuestra calidad como personas: "El hábito no hace al monje".