viernes, 7 de octubre de 2011

Valor económico o artístico?

Siempre he considerado que existe una relación agridulce entre el arte y los negocios. Cuando hablamos específicamente de la música, muchos consideran que es imposible que esta exista sin el "negocio de la música"; esto tiene obviamente su fundamento lógico (y trataré de describirlo de la forma más simple posible): si el músico no tiene dinero para vivir, morirá, y junto con él, su música (sé que es un axioma, pero es mejor dejar todo bien en claro). Esta lógica me parece bastante irrefutable ya que, en efecto, el músico al igual que todo el resto de trabajadores hoy en día necesita dinero para subsistir, y merece un sueldo al igual que todo el resto. Sin embargo, al asignarle un valor económico a la música, la gente no se dio cuenta que en muchos casos este terminó remplazando su valor artístico. A qué me refiero? a que muchos "músicos" se dieron cuenta que la tendencia humana genera un patrón de culto masivo a un estilo musical específico cada cierto tiempo (o de forma más sencilla: la música de moda) y, al desapegarse de sus instintos artísticos y dejarse llevar por esta corriente popular, se ve recompensado por mayores sumas de dinero. Pero, como siempre, no es posible generalizar este problema. No estoy diciendo que la relación entre cuanto gana un músico y la calidad de sus creaciones sea inversamente proporcional (existe una enorme lista de artistas que, en mi opinión, tienen muy bien merecido el éxito económico que han alcanzado); tan solo digo que la perdida de calidad musical suele ser un efecto secundario, o daño colateral si se prefiere, a la hora de venderse a la industria de la música.