Entre mis amigos siempre he quedado como el anormal por preferir matemática sobre historia. Pero me gusta pensar que ellos son los extraños, no yo. Yo por lo menos tengo 2 buenas razones para odiar historia, ellos en cambio, si les preguntas porque odian las matematicas, siempre responden algo como "son un asco" o "porque ellas me odian a mí".
A mi personalmente no me gusta estudiar (al igual creo que a la mayoria de personas...), y a pesar de que esto sea OBVIO, yo me he dado cuenta de que las matemáticas, si llegas a comprenderlas, no hay la mínima necesidad de estudiar (a lo máximo aprenderte unas cuantas fórmulas). En cambio para historia, practicamente no te queda opción. La unica manera de no jalar este curso es memorizarte un innecesario número de fechas, personajes y lugares (creo que lo único necesario en verdad son simplemente los hechos y uno que otro personaje importante, TODO lo demas deberia ser opcional).
La segunda razón es porque yo siempre he dicho que el curso de historia solo sirve para entender las peliculas sobre hechos historicos (o de viajes en el tiempo), para nombrar avenidas y para ser profesor de historia (lo cual es estupidamente irónico y redundante). Pero soy consciente que la historia sirve, o debería servir (van a ver a lo que me refiero), para aprender de los errores del pasado y no volver a cometerlos. (CUIDADO: estás a punto de leer una opinión sobre la historia y política peruana, luego no digas que no te lo advertí) Pero cuando te obligan a estudiar una serie de golpes de estado, crisis económicas, gobiernos corruptos y en general malos gobernantes, te es imposible no tener sentimientos de pena, vergueza y (en mi caso) rabia hacia la historia de tu país. Creo que uno de los ejemplos más claros es el gobierno de Augusto B. Leguía, al cual le atribuyen una serie de obras públicas y una modernización necesaria en el Peru a inicios del siglo XX. Pero a mi parecer nada de esto es capaz de rescatar un gobierno corrupto, mal organizado y de un falso progreso. El progreso de un país es solamente real cuando es autosuficiente, y no dependiente de algun otro país que podría venirse abajo económicamente y jalar al primer país consigo (que es exactamente lo que sucedió con el Perú y la crisis de 1929). De nada sirve sembrar el árbol mas fructifero si vas a cortarlo cuando esta empezando a dar frutos; y de nada sirve hacer cientos de obras publicas si dejas al país en una de las mas grandes crisis económicas de la historia. Y lo peor de todo sabes qué es? que exactamente 71 años despues ocurrio el dejavú mas ridículo de la historia con el gobierno de Fuijimori (por eso dije que debería ayudarnos a no repetir los mismos errores, aunque aparentemente no hemos aprendido).
Pero bueno, después de este lapsus político/histórico e incluso algo filosófico (no se preocupen, no suelo tener muchos de estos, pero ayer tuve un examen bimestral de historia y las ideas aun no salen de mi cabeza), creo que una conclusión razonable sería decir que estudiar historia es como tomar una jarabe: se que es saludable y necesario (por lo menos para nuestro país, el cual todos sabemos que esta políticamente enfermo), pero no podría saber mas feo. Pero probablemente la mejor conclusion de todo esto es simplemente: NO ME GUSTA HISTORIA.
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