domingo, 13 de marzo de 2011

Pensador Libre

No soy un literato, ni un poeta, ni un escritor aficionado. Soy un pensador libre. No pretendo alcanzar cierto nivel de estética gramatical, léxica o poética. Pretendo encontrar un espacio para exponer esas ideas que dan vueltas en mi cabeza y me mantienen pensante por horas, días, semanas, o el tiempo que duren. No busco que la gente me cite textualmente o siquiera lea lo que escribo. Busco desahogarme y tener alguna manera de recordarme como era cuando lea esto en retrospectiva de aquí a unos años. En conclusión, no escribo todo esto para ti. Escribo para mi, y si existiera una sola persona aparte de mi que encuentre lo que escribo interesante debo admitir que me haría muy feliz, pero siempre tendré esa idea implantada en mi mente: Lo que escribo, mi forma de pensar, mi forma de expresarme y toda aquello que vaya a crear, es una forma de expresión personal, por lo tanto debe ser para mí y para nadie más. Si alguien más se siente identificado por lo que escribo, es tan solo una coincidencia y una de las razones por las que el mundo es precioso, pero ninguna creación personal debe ser pensada para que les guste a los demás, sino a uno mismo. Porque sino perdemos nuestra identidad, nos perdemos a nosotros.

Vivir o Sobrevivir

Las personas no comemos, respiramos o ganamos dinero para vivir, hacemos todo esto simplemente para sobrevivir. En este contexto, es posible morir sin haber vivido, y no me refiero a los bebés que mueren antes incluso del momento de dar a luz. Me refiero a las personas que se preocupan simplemente por tener una carrera que les proporcione la mayor cantidad de dinero posible, a las personas que se preocupan más por la educación escolar y universitaria de sus hijos que por pasar tiempo con ellos, a las personas que no se sienten satisfechas consigo mismas si no han alcanzado el éxito meramente económico.

Ahora, con toda esta información podemos decir también que hay gente que por más que las veamos todos los días, conversando, caminando, trabajando, están emocionalmente muertas, porque no están viviendo, están sobreviviendo. Entonces la pregunta es, qué tenemos que hacer para vivir? Y la respuesta es tan simple y complicada a la vez, que cada quien tiene una diferente, y solo esa persona la conoce. En mi caso, vivir es escuchar música, es tocar guitarra, es reírme de alguna película o serie de televisión por más estúpida que sea con tal que la vea con alguien cuya compañía disfrute, es leer un libro y querer que nunca termine, es simplemente caminar y tener una buena conversación con alguien que admiras, es ser el último en terminar de almorzar y ver quienes te esperan para levantarse de la mesa, es hacer todo aquello que disfruto y compartirlo con la gente que aprecio. En eso voy a basar mi decisión para saber que voy a estudiar, en como es que quiero vivir, no sobrevivir.